Llega un momento en tu vida, en el que tarde o temprano debes decirlo, lo necesitas, lo andabas buscando.
Sientes que debes pero no puedes, tienes miedo y aún así algo en tu interior te dice: reconcíliate contigo mismo, escúchame, soy tu intuición… ¡Dile que no!
Y así es que:
- Te digo que no. Y no te lo digo por orgullo o por soberbia, te lo digo por dignidad, la suficiente dignidad para no dejar que tú ni nadie me humille o me haga sentir que soy menos.
- Te digo que no, porque me da la gana, porque no eres nadie para manipularme, someterme, dirigirme o pretender tenerme bajo el yugo del miedo.
- Te digo que no, porque soy fiel a mi mismo, a mis creeencias, a mis valores, a mi corazón. Si, desde el corazón… ¿Conoces ese lugar? Desde ese mismo te digo que no.
- Te digo que no, porque no me mereces. NO has sabido ganar mi cariño, mi afecto, mi amor, mi comprensión, mi lealtad.
- Te digo que no, porque no he venido a este mundo a sufrir, ni a ser el esclavo de nada ni de nadie porque todos somos iguales.
- Te digo que no, porque antes te decía que SI pero tú no supiste valorarlo, apreciarlo, cuidarlo, mantenerlo, cultivarlo.
- Te digo que no, porque lo valgo y punto. Porque me quiero, me acepto y me respeto.
- Te digo que no, porque soy libre de elegir al igual que lo somos todos. Los buenos vallados, hacen a los buenos vecinos. Desde tu libre albedrío también está el mío.
- Te digo que no, porque tu nivel de amistad, de amor, de compañerismo no me merece, no eres transparente.. Eres oscuro, opaco, gris, tóxico.
- Te digo que no, porque yo quiero estar al lado de gente de bien, de corazón puro y con alma sana, gente con emociones equilibradas, que me hagan brillar, que me hagan sentir, la gente verdaderamente grande te hace sentir grande a ti también.
- Y no te digo que NO por herirte, ni por humillarte, ni tan siquiera por hacerme valer…. Te digo que no porque yo sé quién soy y eso es tener criterio, coherencia, congruencia, valores, lealtad, firmeza… Eso es tener marca personal.
“A veces decir NO te puede hacer parecer antipático, pero es la palabra mágica para ser efectivo, productivo y feliz”. – Virginio Gallardo.
Be sociable, share!
Comparte y reparte, sé un ser social 😉
Photo Credit: CondéNastTraveler
Que gran verdad Alexis ……. Y que alivió siente uno cuando aprende a decirlo…. Es como una liberación personal….. Grande como siempre cielo…..
Así es Mónica.
Más que por decir no a algo o a los demás, es saber decírselo a uno mismo. Esa es el verdadero control y liberación a la vez.
Un abrazo grande!!
Muy bueno, Alexis.
Hace un par de semanas subí un post en mi blog casi con el mismo nombre, te invito a que lo visites. De hecho casi parece que este verano todos nos hemos atrevido a decir ese temido «no» que tanto nos cuesta, incluso cuando somos nosotros mismos los que lo decimos.
Un saludo.
Muchas gracias Cristina.
¿Sí? Puedes entonces voy raudo y veloz a tu blog para echarle un vistazo. Creo que los veranos son épocas en las que toca resetearse y parte de ello es corregir conductas erróneas o aprender otras más saludables, para nosotros y para con los demás.
Un abrazo grande!
Muy bueno Alexix. Para decir las cosas claras no hace falta enrollarse. Hay que decirlo así: claro y breve como tú haces.
Estoy en una situación ahora que me viene al pelo. gracias!!!! 🙂
Hola Amparo.
Estoy de acuerdo contigo, con asertividad se puede decir no, perfectamente, sin dañar al otro pero principalmente sin dañarse uno mismo, algo que no tenemos muy en cuenta.
Me alegro haberte ayudado, muchísimas gracias por pasarte por aquí!
Un abrazo!
[…] También quiero dar las gracias a mi amigo Alexis González que con su post “Te digo que No” ha sumado para que me dicidiese a […]