Saulo Sarmiento – Acrobacia, arte y magia
Hoy en el espacio “Conociendo Marcas Personales”, te presento a:
Saulo Sarmiento
En un “tweet”: rigor, disciplina, temple, arte, creatividad… Luchador incansable por aquello que es «su sueño».
Descubre en 10 minutos a Saulo Sarmiento en “Conociendo Marcas Personales”:
Biografía:
En 2012 se proclamó en Francia campeón del mundo de Pole y en enero de 2014 se alzó con la medalla de bronce del importantísimo Festival Mundial de Cirque de Demain, además de obtener el codiciado trofeo del Circo del Sol, que le supuso no sólo el galardón, sino también un contrato como solista en la prestigiosa compañía circense.
Además, las acrobacias aéreas que desafiaron las leyes de la gravedad durante las funciones de la primera edición de The Hole (El agujero) en Gran Canaria también fueron cosa suya.
«Cada vez que me subo a la barra me juego la vida», comenta. Sus manos son su único seguro en esos momentos y cualquier fallo o descuido podría acabar en un grave accidente. Tres o cuatro horas de entrenamiento diario durante más de 10 años le han dado la seguridad necesaria para que todo resulte sencillo y fluido para los espectadores que contienen la respiración mientras el joven canario vuela libre.
Contactar con Saulo:
Web
Cuando compartimos, mejoramos todos.
#CompartirEsMejorqueCompetir
- Publicado en Entrevistas
No veas como una prioridad a quién te ve como una opción
Alguna vez (todos casi sin excepción) nos hemos convertido en aeropuertos: nos ponemos en marcha según una persona entre o salga de nuestras vidas.
¿Puede existir algo más doloroso? Priorizando la vida de otro antes que la tuya. Inconcebible.
Ante esas situaciones, nuestro cuerpo nos avisa: se nos cierra el estómago, no podemos comer, vivimos con una angustia constante en el pecho. Hasta respirar se nos hace un mundo, como si con cada bocanada de aire tragáramos espejos rotos (aquellos que reflejan nuestra realidad pero no queremos ver y nos van quebrando por dentro, nos despedazan).
Existen personas que no dan más de sí, es como pedir a un ladrillo que saque aceite, no se puede, ¡no se puede! No sabe valorarte, es inviable que lo haga.
Tan sencillo como eso y por más que hagas para que lo vea, en su escala de valores y prioridades no estás tú. Tú no eres su “persona café”, no le quitas el sueño: no le importas.
¿Por qué coño sigues insistiendo? Claro, porque con las idas y venidas, crees que realmente hay un interés. MENTIRA.
Se acuerda de ti cada cierto tiempo, cuando no quedan otras opciones (que realmente son las prioritarias) o cuando algo que tú tienes y pueda sacar de ti se convierte en la nueva prioridad. (En cualquiera de los casos, darte cuenta que eres esa segunda opción, constituye en tu mundo el más doloroso de los momentos). La duda sobre tu propia valía se quebranta: te traga la tierra, dudas de todas tus amistades, de tu gente cercana e incluso llegas hasta dudar de ti mismo. Eres las Z de todas las agendas de teléfono.
Ser una opción es una forma de desprecio.
No esperes que alguien con ceguera emocional te vea, no busques su autorización para vivir tu vida. No te quiere, solo te utiliza. No tiene nada que replantearse, tú tienes que cambiar de prioridad, te lo debes. No se puede pedir a quien solo sabe recibir.
No seas un inútil para ser aceptado por inútiles. No te rebajes, no te humilles, deja de arrastrarte como forma de vida a un lado. Seas quien seas, ¡brilla! Como una maldita bombilla de 100 watios. Deshazte de tanta mediocridad.
Cuando perdonamos a quien nos hace daño tratándonos como una opción (bajo su interés oportunista) le estamos diciendo sin palabras “puedes seguir haciéndome daño”.
La culpa no es del otro, es tuya por permitirlo.
Deja de poner puntos suspensivos, pon punto FINAL.
Y llegado ese momento de hastío, de aburrimiento, de hartazgo, de falta de lealtad emocional: es un cansancio que agota emocionalmente sin lugar a dudas.
Por ello debes vivir con la gente que sepa valorarte, que te da el lugar que mereces, que te pone en el centro, que te da espacio en sus vidas y no migajas de mala calidad: tú no debes tener tiempo para quien no te tome en serio, no puedes vivir dudando de ti y de lo que haces constantemente, debes seguir construyendo (lo que ya eres) con la gente que suma y no con la resta. Es impensable tratar con “personas excusa”, las cuales son aquellas que siempre tienen un drama en sus vidas por el que justifican su despectivo trato hacia ti.
Tú debes ser AHORA tu propia prioridad.
No encuentro el autor original de este texto, el cual me parece magistral para finalizar esta reflexión que he querido compartir contigo en forma de post:
«Aprendí que quien no te busca no te extraña y quien no te extraña, no te quiere. Que la vida decide quién entra en tu vida, pero tú decides quien se queda. Que la verdad duele una sola vez y la mentira duele para siempre. Por eso valora a quien te valora, y no trates como prioridad a quien te trata como una opción. Aprendí que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos y que desconocidos pueden volverse mejores amigos. Que nunca terminamos de conocer a una persona, que el «nunca más» nunca se cumple y que el «para siempre» siempre termina.»
Expulsar al delincuente emocional de tu vida: Esa es tu prioridad ahora.
Fotografía: @aaronleon_ph
Cuando compartimos, mejoramos todos.
#CompartirEsMejorqueCompetir
- Publicado en HistoriasQTP
Responsabilidad
Responsabilidad: esa gran palabra que a veces utilizamos y nos llenamos la boca, pero que muy pocas veces utilizamos; tanto en nosotros mismos como con los demás. La mayor parte de las ocasiones culpamos a otros o a las circunstancias de lo que nos sucede. Con esto en realidad nos estamos negando la oportunidad de tener poder sobre nuestra vida. Concedemos ese poder sobre nosotros a otros, a las circunstancias, a la vida, a un «ente extraño» que maneja los hilos de nuestra vida.
No digo que no existan situaciones fuera de nuestro control, causas de fuerza mayor, desgracias y situaciones lamentables en las que no podemos hacer nada, pero realmente, la gran mayoría de las situaciones que vivimos son causa y resultado de una acción nuestra, sin lugar a dudas. Amistades que se rompen, personas que se alejan, trabajos que no funcionan, proyectos que no cuajan, parejas que se separan… ¿Has pensado en la parte de responsabilidad que tú has tenido en ello?
Deja de echar balones fuera, el partido lo juegas tu, y si quieres es tuyo, coño.
Al final el coste de vivir no es más que eso, el precio a pagar es calzarte las zapatillas y comenzar a correr, ser un runner de asfalto, de montaña o de lo que te echen por delante, es cambiar el enfoque de lo que te sucede, no dejar que mágicamente «el universo» te traiga o te lleve, te quite o te ponga las cosas, te ilumine o te oscurezca, se trata de echarle «cojones» a todo lo que te pase, de que te conviertas en un jodido héroe y no víctima, verdugo o villano, de la propia vida y de ti mismo.
No hay más misterios.
Esto es… en definitiva: más responsabilidad y menos victimismos.
Cuando compartimos, mejoramos todos.
#CompartirEsMejorqueCompetir
- Publicado en HistoriasQTP
NO te des por vencido
No te des por vencido: A veces jugamos la partida a medias, no utilizamos todas nuestras cartas, por miedos, por frustraciones. Otras veces abandonamos la partida, porque no creemos en nosotros mismos o porque nos fijamos demasiado en las opiniones externas, de un entorno que no es el adecuado, el cual no nos deja desarrollar nuestro potencial.
Otras veces, creer en uno pasa por aceptarse con sus carencias y a pesar de éstas, seguir adelante. Un error es una oportunidad de cambio. Confío en que podemos ser una mejor versión, todos nosotros, no me cabe la menor duda.
No podemos vivir conformándonos diciendo «es que yo soy así». La arrogancia es cobardía camuflada. Hay que dejar de ser cobardes para hacer las cosas de frente, por ti, por los demás.
Hay que dejar de tener miedo al dolor, miedo al miedo, a fracasar (los fracasos en cierta medida son en realidad son nuestros grandes maestros), al rechazo, a que te vuelvan a herir, a que te decepcionen estrepitosamente, a volver a confiar. NO se puede dejar de ser uno mismo, a pesar de todo lo que suceda. Enfrentarse a todo lo que se ponga por delante, con dos narices, sólo se puede aprender lo fuerte que uno es, cuando ser fuerte es la única opción que tienes.
Lo importante es no rendirse nunca, agradecer lo aprendido, dar un giro a los que nos sucede, empezar de nuevo y repetirlo todas las jodidas veces que hagan falta.
Te dejas vencer cuando no crees en ti mismo y eso, eso es el verdadero fracaso: no creer en uno mismo.
Si actuamos o pensamos teniendo en cuenta el miedo, nos acercamos más a esas sombras que nos asustan. Es decir, le damos poder a todo aquello de lo que hablamos, en lo que nos enfocamos, lo hacemos más grande (sea lo que sea, en este caso el miedo, pero podría ser la confianza).
Por lo tanto, si tenemos en cuenta nuestros temores, los hacemos más grandes. ¿Por qué no probamos a tener más en cuenta nuestra fuerza y no darnos por vencidos?
No dejes que te arrebaten tu luz, porque tú estás aquí para brillar.
Cuando compartimos, mejoramos todos.
#CompartirEsMejorqueCompetir
- Publicado en HistoriasQTP
No salgas con un cobarde
No, no salgas con esas personas, te destruyen, te desgastan, acaban con todo lo que habita en ti… Puedes terminar desolado.
Esas personas que nos funden la energía, que una semana nos suben a un pedestal, luego nos destruyen para luego intentar resucitarnos y acabar haciéndonos añicos de nuevo. Escribo este post parafraseando el título del amigo Pablo Arribas y su grandioso post «Sal con un Valiente», no hagas lo contrario: no salgas con un cobarde.
Nos vampirizan, a los que idealizamos e idolatramos tanto que nos volvemos compulsivos idiotizados hasta que nos destruyen. Personas veneno que no llevan incorporado un antídoto. Cuando juegas con un cobarde, no hay tiempo de descuento, es un partido que tienes destinado a perder.
Nos intoxican, nos enganchan como cosa mala, nos anulan, nos chiflan de la cabeza tanto que perdemos el control, perdemos el poder que tenemos sobre nosotros, sobre nuestra vida. Recientemente un buen amigo me contaba “las personas debemos recuperar nuestro PODER, la fuerza que nos hace elegir, tomar el mando. Desde ahí todas nuestras decisiones será a favor nuestro”. Eso es: vaciar las mochilas cargadas de pedruscos que no nos dejan fluir, ser, crecer, expandirnos, volar.
Aquellas personas con las que pensamos que nunca tropezaremos, vas y te caes de bruces. Menuda experiencia quizás, pero qué alto es el precio emocional a pagar. A todas luces no sale rentable. Pon en un balanza la historia y me cuentas el desgaste, las guerras que tendrás que lidiar, los reproches, el miedo de vivir con la desconfianza. Vivir y caminar con los ojos vendados y no tener a nadie que te sujete del hombro para caminar. Triste.
La vida es demasiado corta como para estar en guerra con uno mismo.
Seres rencorosos, arrogantes, déspotas, ególatras que viven mirándose en el espejo de su vanidad. Enmascarados que no son héroes, sino villanos que vienen a capturar tu autoestima, tu energía, tu solidez, tu estabilidad emocional, tus sueños, tu magia.
TÚ mereces a una persona que te quiera con todo y con nada, con tu cara lavada o incluso sin lavar y el pelo hecho un cuadro. Alguien que te encienda y no deje que te apagues, que te haga sentir seguro, que puedas caminar confiado y sin miedos. Alguien que vive, baila, corre, salta, sueña, respira… Junto a ti. Alguien que se ría a carcajada limpia con tus cosas, con tus pedradas, con tus ocurrencias. Alguien que se lance en paracaídas contigo con los ojos cerrados porque cree en ti. Alguien que sea auténtico, de verdad, transparente, sin doble moral, ni doble vara de medir. Alguien libre y que a la vez ame tu libertad, que te apoye cuando no tengas fuerzas para seguir adelante, que esté ahí esperándote cuando nadie más lo está. Alguien a quien admires y que te admire. Alguien que te mire a los ojos y te hable, sin siquiera abrir la boca. Lo peor que te puede pasar es vivir rodeado de gente, y sentirte solo. Mereces alguien que te remueva la ilusión de estar vivo. Mereces alguien que no sea un cobarde.
Aún así, solo nos queda algo que un cobarde nunca se podrá llevar, nuestra dignidad.
Discurso* para un cobarde:
Disculpa, ¿eres un cobarde y no sabes querer?
No te preocupes, que ya lo hago yo. Me voy por la puerta, cierro del todo, y por favor no me mandes un whatsApp, no seas tan mediocre, ya no hace falta que hablemos. Y mucho menos se te ocurra buscarme, ni me insistas, ni tampoco intentes desestabilizarme porque tu sentimiento de culpabilidad (que no tu amor hacia mí) te haga sentir triste.
Tú has querido que tome este camino, pero yo he decidido elegirlo.
No me interrumpas, ni intentes decirme que estoy loco, ni echarme encima tus inseguridades y miedos, son tuyos, no míos. No puedo estar pendiente de ti ahora, porque ahora tengo que estar pendiente de mí.
No soy indiferente hacia ti por joderte, lo hago por quererme. No quiero hacerte daño con mis palabras, ni con mis gestos para que tal vez te acerques, lo estoy haciendo para acercarme más a mí mismo. No me gustan los cobardes.
No, cariño, no. Mi vida sin ti es por mí, no por ti.
(Texto customizado de su autor original: Carlos Burgos).
Nadie puede entregar amor, amistad, nobleza y cariño si carece de todo eso hacia sí mismo.
Es necesario saber decir adiós a esa persona desde el corazón, aunque tengas que verla a diario, te compensa, te beneficia, te reubica. Terminas la guerra, ganas la batalla.
En la vida hay ciertas cosas que duelen mucho, que a uno lo rompen en mil pedazos, en esos momentos te quedas devastado, sin energía, perdido. Salir con un cobarde es el detonante de esos momentos.
Quizás eso que nos pasa nos sucede para descubrir quienes somos realmente, encontrarnos, o tal vez para darnos un bofetón y salir del letargo en el que estamos y darnos cuenta de la persona que tenemos delante. Pero que te hayas topado con un cobarde no sea la excusa para volver a hacer de tu vida algo grande.
Quédate con los que piensan que lo que se hace con el corazón, llega al corazón.
Hazme caso, no salgas con un cobarde.
Cuando compartimos, mejoramos todos.
#CompartirEsMejorqueCompetir
- Publicado en HistoriasQTP
Seguir corriendo
No importa lo lento que seas hoy, o si lo fuiste en las clases de gimnasia del cole o del instituto, o por el contrario que a día de hoy seas la mujer o el hombre más rápido del mundo.
Todo el mundo corre a diario, cada día, a todas horas, por todo el planeta. Unos los hacen por deporte, otros por afición, otros a nivel profesional y otros por distracción.
Estar vivo significa correr, tal vez estemos huyendo de algo, yendo en dirección en búsqueda de algo… O de alguien. Y no importa lo tremendamente rápido que seas. Hay ciertas cosas que no puedes dejar atrás, porque algunas de ellas, terminan alcanzándote.
Siempre.
Creemos que ser rápidos nos hace la vida más fácil, porque logramos esquivar lo que no queremos, lo que no nos interesa, lo que nos hace daño, lo que queremos ocultar…
Creemos que tenemos fuerza sobrenatural, que podemos con todo… En cierto modo es así. Pero no son las marcas, los trofeos, las medallas o lo premios, no son tampoco las “grandes gestas” las que nos hacen buenos o malos, es lo que hacemos diariamente lo que nos define.
Creemos que podemos dejar atrás casi cualquier cosa, pero resulta que hay algo que no podemos dejar atrás: el dolor. El dolor viene con nosotros, por mucho que corramos, anclado a nuestro corazón, navegando por nuestra mente.
(Vale, visto así, la vida parece a veces un poco putada.)
Pero creo que la vida también es apasionadamente bonita, bella, dulce, preciosa y absolutamente extraordinaria.
Porque ese jodido dolor que sientes también puede ser tu motor:
Ese dolor por una lesión que te impidió seguir adelante, puede convertirse en tu motivo para terminar algo que no pudo ser.
Ese dolor por la traición de alguien a quién quisiste mucho, puede transformarse en la fuerza para creer más en uno mismo.
Ese dolor al perder a un ser querido, puede convertirse en fuerza para homenajearlo.
Ese dolor al saber que te has equivocado, que has metido la pata, que te sientes frustrado y no sabes cómo solucionarlo, puede transformar el orgullo en paz.
Ese dolor al encontrarte perdido, tras un tiempo sin trabajo, sin saber qué hacer con tu vida, o al estar en un lugar donde no perteneces, en un trabajo del que estás hasta las narices, o de un entorno que no te favorece…
No hay luz sin oscuridad.
TODO ese dolor puede convertirse en tu motor para seguir corriendo, para seguir luchando, para reconvertir todo eso en energía productiva: que sane, que cure, que construya nuevos lazos, nuevos aprendizajes… Que te reconcilie contigo mismo y con los demás.
Así que la única forma que tenemos de honrarnos a nosotros mismos, a los demás, de dejar nuestro mejor legado, nuestra intención de mejorar, de ser mejores padres, mejores madres, mejores amigos, amigas, de ser mejores en todo los que nos proponemos, de ser nuestra mejor versión, mejores personas. Lo mejor que podemos hacer es:
seguir corriendo.

Encuentra tu motivo para «seguir corriendo»
PD. Mi más sincera felicitación a todos esos participantes de este pasado fin de semana en la TransGranCanaria 2015, en las diferentes modalidades, a los que continuaron, a los que se tuvieron que quedar atrás, a los que la especial climatología (calima) les jugó una mala pasada. ¡A TODOS!
Pues sólo el hecho de haber tenido la actitud de participar, ¡merecen toda mi admiración! A mis amigos, a los que pude ver, a los que no pude porque participaban en diferentes modalidades, a desconocidos que se pararon a hablar conmigo tirados en la escalera del edificio Expomeloneras y contarme su experiencia…
Vuestra forma de ser, vuestra forma de correr, es lo que mueve el mundo.
Alguien dijo que somos nuestros sueños, que si no soñamos estamos muertos. – Kilian Jornet
Summits of My Life – Origins Trailer from Summits of My Life on Vimeo.
Cuando compartimos, mejoramos todos.
#CompartirEsMejorqueCompetir
- Publicado en HistoriasQTP
Mis 3 palabras para 2015
Me uno con este post a la iniciativa del amigo Isra García. En este caso se trata de localizar 3 palabras que funcionan como palanca para enfocarte cada año. Me encantan estas cosas porque te centras en el concepto y eso lo extrapolas a cualquier meta o propuesta para el año.
Lo bonito de todo esto, es que son “tus palabras”, deben ser tuyas, las que te identifiquen, las que pienses que necesitas, los conceptos que tengas que trabajar más o simplemente aquello en lo que quieras poner tu foco. A finales de año, harás memoria y comprobarás como de fuerte han sido para ti, si te han servido o si has ganado en cada área de tu vida gracias al poder de enfocarte en esas palabras/conceptos.
¿Pues a ello que vamos no? Aquí comienzan mis 3 palabras para 2015.
Equilibrar(me)
En un mundo que va tan deprisa que pasan los días y apenas te das cuenta: ayer era Navidad, mañana son Carnavales, pasado Semana Santa, y luego Verano. Y vuelta a empezar. Uno pierde el rumbo, sin querer o a veces queriendo (porque para encontrarse verdaderamente tienes que haber estado perdido antes). Por lo tanto, para este 2015 mi propósito es conectar de nuevo conmigo mismo y con los demás, buscar el equilibrio entre nuestras diferentes facetas, practicar mucho más deporte (el no hacerlo me provoca lesiones y pasa factura al equilibrio mente-cuerpo), centrarme en mi pero sin egos, ayudando a los demás también a centrarse; confío en que un mundo con gente equilibrada emocionalmente es más mundo que nunca. Atender esa parte social de amigos que nos emponderan, nos ayudan a ser más nosotros que nunca, nos dan un bofetón sin mano cuando necesitamos bajar de alguna nube estúpida en la que nos hemos subido.. ¡Qué necesarios son los amigos de verdad, coño! Atender mejor a la familia, son mi vida, parte de mi centro, parte de mi historia. Equilibrar todas las áreas, pues para cumplir objetivos, tus cargas deben estar bien contrapesadas.
Reilusionar(me)
Con el paso del tiempo, tanto luchar, tanto tirar del carro, desgasta. Uno lleva un desgaste acumulativo que no se va y no lo hará hasta que uno diga: ¡YA ESTÁ BIEN!, se pare y empiece a eliminar de su vida todo lo tóxico, todo lo contaminado, todo lo que viene chungo de serie, que parece que los hicieron a gran escala en una fábrica industrial y te los encuentras todos. No, aprender a decir no a aquello que te ha desilusionado, a aquellas personas que no hacen más que ridiculizarte, avergonzarte, reírse de ti y buscar la mínima para hacer ¡ZAS!, gente oscura que no creen en ellos mismos y para sentirse mejor buscan que los otros nos sintamos que no valemos y que no podemos creer en nosotros mismos. Para este 2015, recuperar la ilusión de aquel Alex que de niño que creía en todo, que se aventuraba, que siempre estaba inventando, saltando, escalando paredes “a pique matarse” y buscando siempre algo que descubrir, para luego llegar a casa y decir: mami, “¡mira lo que he encontrado!”
Valentía
Esta será una de mis grandes del año, volver a ser valiente, atreverme de UNA JODIDA vez a cumplir un sueño que tengo desde los ventipocos años, algo que pensé que podría aportar, contar, ayudar, compartir parte de mi vida, un pasó más allá del blog como lo conocemos a día de hoy. Valentía para todas las áreas de mi vida, arriesgarme, atreverme más, lanzarme, proyectar todo aquello en lo que creo y vivo en mi mismo, “sólo podremos conectar con los demás cuando conectamos con nosotros mismos.” Para sacar nuestro brillo, primero debemos quitarnos nuestras máscaras, nuestros miedos, nuestros muros, todo aquello que nos separa de quienes somos. Cuando somos valientes, somos más nosotros que nunca, ¿qué no gustas a todo el mundo? Claro, sólo gustarás a aquellos que sienten igual que tú, ¿y no es eso lo mágico?
Valiente si, salir a la calle y decir ¡aquí estoy yo!
Con todo lo malo y todo lo bueno, pero yo.
Y algo más:
Después de ver este vídeo con este espectacular derroche de elegancia, sensibilidad, arte y pasión… ¡Yo también quiero aprender a bailar bachata así, al menos intentar algo parecido!
¿Qué te parecen mis 3 palabras? ¿Te animas a hacerlo tú también?
#3palabras2015 para no perder el rumbo hacia tus metas.
Cuando compartimos, mejoramos todos. ¿Compartes este post?
- Publicado en HistoriasQTP
Auto-Rechazo
en la adrenalina
que circulaba por las venas de tus padres
cuando hacían el amor para concebirte,
y después en el fluido
que tu madre bombeaba a tu pequeño corazón
cuando todavía eras sólo un parásito.
Llegué a ti antes de que pudieras hablar,
antes aun de que pudieras entender algo
de lo que los otros te hablaban.
Estaba ya, cuando torpemente
intentabas tus primeros pasos
ante la mirada burlona y divertida de todos.
Cuando estabas desprotegido y expuesto,
cuando eras vulnerable y necesitado.
Aparecí en tu vida
de la mano del pensamiento mágico,
me acompañaban…
las supersticiones y los conjuros,
los fetiches y los amuletos…
las buenas formas, las costumbres y la tradición…
tus maestros, tus hermanos y tus amigos…
Antes de que supieras que yo existía,
yo dividí tu alma en un mundo de luz y uno de oscuridad.
Un mundo de lo que está bien y otro de lo que no lo está.
Yo te traje tus sentimientos de vergüenza,
te mostré todo lo que hay en ti de defectuoso,
de feo,
de estúpido,
de desagradable.
Yo te colgué la etiqueta de diferente
cuando te dije por primera vez al oído
que algo no andaba del todo bien contigo.
Existo desde antes de la conciencia,
desde antes de la culpa,
desde antes de la moralidad,
desde los principios del tiempo,
desde que Adán se avergonzó de su cuerpo
al notar que estaba desnudo…
y lo cubrió.
Soy el invitado no querido,
el visitante no deseado,
y sin embargo
soy el primero en llegar y el último en irme.
Me he vuelto poderoso con el tiempo,
escuchando los consejos de tus padres sobre cómo
triunfar en la vida.
Observando los preceptos de tu religión,
que te dicen qué hacer y qué no hacer
para poder ser aceptado por Dios en su seno.
Sufriendo las bromas crueles
de tus compañeros de colegio,
cuando se reían de tus dificultades.
Soportando las humillaciones de tus superiores.
Contemplando tu desgarbada imagen en el espejo
y comparándola después con las de los exitosos
que se muestran por televisión.
Y ahora, por fin.
poderoso como soy
y por el simple hecho
de ser mujer,
de ser negro,
de ser judío,
de ser homosexual,
de ser oriental,
de ser discapacitado,
de ser alto, petiso, o gordo…
puedo transformarte…
en un tacho de basura,
en escoria,
en un chivo expiatorio,
en el responsable universal,
en un maldito
bastardo
desechable.
Generaciones y generaciones de hombres y mujeres
me apoyan.
No puedes librarte de mí.
La pena que causo es tan insostenible
que para soportarme,
deberás pasarme a tus hijos,
para que ellos me pasen a los suyos,
por los siglos de los siglos.
Para ayudarte a ti y a tu descendencia,
me disfrazaré de perfeccionismo,
de altos ideales,
de autocrítica,
de patriotismo,
de moralidad,
de buenas costumbres,
de autocontrol.
La pena que te causo es tan intensa
que querrás negarme
y para eso
intentarás esconderme detrás de tus personajes,
detrás de las drogas,
detrás de tu lucha por el dinero,
detrás de tus neurosis
detrás de tu sexualidad indiscriminada.
Pero no importa lo que hagas,
no importa adónde vayas,
yo estaré allí
siempre allí.
Porque viajo contigo
día y noche
sin descanso,
sin límites.
Yo soy la causa principal de la dependencia,
de la posesividad,
del esfuerzo,
de la inmoralidad,
del miedo,
de la violencia,
del crimen,
de la locura.
Yo te enseñé el miedo a ser rechazado,
y condicioné tu existencia a ese miedo.
De mí dependes para seguir siendo
esa persona buscada, deseada,
aplaudida, gentil y agradable
que hoy muestras a los otros.
De mí dependes
porque yo soy el baúl en el que escondiste
aquellas coas más desagradables,
más ridículas,
menos deseables de ti mismo.
Gracias a mí,
has aprendido a conformarte
con lo que la vida te da,
porque después de todo,
cualquier cosa que vivas será siempre más
de lo que crees que mereces.
¿Has adivinado, verdad?
Soy el sentimiento de rechazo que sientes por ti mismo.
Soy: El sentimiento de rechazo que sientes por ti mismo.
Recuerda nuestra historia…
Todo empezó aquel día gris
en que dejaste de decir orgulloso:
¡YO SOY!
y entre avergonzado y temeroso,
bajaste la cabeza y cambiaste tus palabras y actitudes
por un pensamiento:
Yo debería ser.
No olvides compartir este post en:
¡Twitter, Google+, Linkedin, Facebook o tu red social preferida!
Photo Crédit: Sebastián Sirdial Núñez Uval
Extracto del libro: «Déjame que te cuente»
Autor: Jorge Bucay
- Publicado en HistoriasQTP
Te digo que NO
Llega un momento en tu vida, en el que tarde o temprano debes decirlo, lo necesitas, lo andabas buscando.
Sientes que debes pero no puedes, tienes miedo y aún así algo en tu interior te dice: reconcíliate contigo mismo, escúchame, soy tu intuición… ¡Dile que no!
Y así es que:
- Te digo que no. Y no te lo digo por orgullo o por soberbia, te lo digo por dignidad, la suficiente dignidad para no dejar que tú ni nadie me humille o me haga sentir que soy menos.
- Te digo que no, porque me da la gana, porque no eres nadie para manipularme, someterme, dirigirme o pretender tenerme bajo el yugo del miedo.
- Te digo que no, porque soy fiel a mi mismo, a mis creeencias, a mis valores, a mi corazón. Si, desde el corazón… ¿Conoces ese lugar? Desde ese mismo te digo que no.
- Te digo que no, porque no me mereces. NO has sabido ganar mi cariño, mi afecto, mi amor, mi comprensión, mi lealtad.
- Te digo que no, porque no he venido a este mundo a sufrir, ni a ser el esclavo de nada ni de nadie porque todos somos iguales.
- Te digo que no, porque antes te decía que SI pero tú no supiste valorarlo, apreciarlo, cuidarlo, mantenerlo, cultivarlo.
- Te digo que no, porque lo valgo y punto. Porque me quiero, me acepto y me respeto.
- Te digo que no, porque soy libre de elegir al igual que lo somos todos. Los buenos vallados, hacen a los buenos vecinos. Desde tu libre albedrío también está el mío.
- Te digo que no, porque tu nivel de amistad, de amor, de compañerismo no me merece, no eres transparente.. Eres oscuro, opaco, gris, tóxico.
- Te digo que no, porque yo quiero estar al lado de gente de bien, de corazón puro y con alma sana, gente con emociones equilibradas, que me hagan brillar, que me hagan sentir, la gente verdaderamente grande te hace sentir grande a ti también.
- Y no te digo que NO por herirte, ni por humillarte, ni tan siquiera por hacerme valer…. Te digo que no porque yo sé quién soy y eso es tener criterio, coherencia, congruencia, valores, lealtad, firmeza… Eso es tener marca personal.
“A veces decir NO te puede hacer parecer antipático, pero es la palabra mágica para ser efectivo, productivo y feliz”. – Virginio Gallardo.
Be sociable, share!
Comparte y reparte, sé un ser social 😉
Photo Credit: CondéNastTraveler
- Publicado en HistoriasQTP
Leocadio Martín. Psicología para entendernos.-
QTP1.- ¿Cómo te defines Leocadio?
Soy un tipo curioso, inquieto y, por encima de todo, positivo. Me encanta hablar, ayudar y conocer gente. La música, los libros, las películas, el arte en general me apasionan. Creo en el conocimiento como la base de una sociedad libre y feliz. Me gusta la gente responsable, aborrezco a los charlatanes. Soy psicólogo de formación con una trayectoria profesional de más de 25 años. He trabajado con personas que sufren, dedicando buena parte de mi carrera a las adicciones. He estado trabajando fuera de Canarias y es algo que recomiendo como enriquecimiento personal y profesional sin duda.
QTP2.- CÁMBIATE, el lema de tus redes sociales… ¿Por qué?
Cámbiate es mi historia. Es al mismo tiempo una propuesta y mi propio cambio. Reconocer lo que me apasiona, la psicología como herramienta para el conocimiento propio. Las redes proporcionan una magnífica forma de llegar a la gente.
QTP3.- Desde tu punto de vista profesional, ¿cuál es el secreto para la felicidad?
No es complicado. La felicidad es una experiencia íntima, personal. El secreto es no anhelarla, buscarla. El secreto es explorar nuestro interior, fluir. La felicidad es como una montaña rusa. Es imposible que la conozcamos sino conocemos la tristeza.
QTP4.- ¿Dónde crees que radica el mayor de los problemas emocionales del ser humano actualmente? ¿El miedo generalizado nos está alejando, volviéndonos egoístas e individualistas o por el contrario nos acerca?
Creo que hemos vivido en un mundo anestesiado. En el que aprendimos a utilizar todos los medios externos posibles para ser felices. Medicación, gurús, charlatanes… nos prometía no sufrir y esto lo que ha conseguido es una sociedad incapaz de afrontar el mundo como es, con muchos matices. Creo firmemente que estos momentos confusos en los que vivimos nos acercan más a los demás pero porque lo hacen a nosotros mismos. Al no tener la posibilidad de disfrazarnos con dinero, nos hemos encontrado a nosotros mismos.
Muchos nos estamos conociendo, aprendiendo a aceptarnos y así creciendo. Otros, sin embargo, se quedan en la añoranza.
QTP5.- ¿Estamos preparados psicológicamente para los problemas que nos acontecen?
Somos mucho más fuertes de lo que podría esperarse. La resiliencia, o capacidad de afrontar la adversidad, es algo sobre lo que se ha escrito mucho en la última década. Tenemos los mecanismos para afrontar esta situación. Pero creo que hace falta que ese reconocimiento propio se traslade a actuaciones colectivas, surgidas de la comunidad.
QTP6.- ¿Cómo se consigue romper la barrera del miedo que a todos nos somete y nos paraliza en algún momento de nuestras vidas?
El miedo es un proceso natural. Si tratamos de evitarlo nos atenazará. El problema no es el miedo, sino el miedo al miedo. La clave está en reconocer el miedo como un algo natural, algo que nos advierte, ser más cautelosos, observar y seguir adelante con nuestros propósitos.
QTP7.- ¿Crees en que existe más una crisis emocional y de confianza que económica?
Creo que existe una profunda crisis de valores. Pero a pesar de que estamos en una situación seria, no debemos caer (o quizás deberíamos decir recaer), en lo que precisamente nos ha llevado hasta aquí. Las dificultades económicas no son sino la otra cara de unos tiempos en los cuales la doctrina generalizada era gastar por encima de nuestras posibilidades. El esfuerzo y otros valores que muchos pensamos que son la base de una vida enriquecida pasaron a un segundo plano frente a todos los derivados de “lo fácil”. Dicho esto, debemos intentar, en la medida de lo posible, no dejarnos vencer por la desesperanza y mantener una actitud positiva, buscando la mejor manera de disfrutar nuestra vida y hacer planes de futuro. Saldremos de esta situación, sin duda, pero debemos prepararnos para no permitir que lo que ocurre a nuestro alrededor nos condicione.
Aprovechemos estos difíciles momentos para hacer un repliegue emocional y recuperar los valores necesarios que nos deben conducir en tiempos de crisis… O de bonanza.
QTP8.- Estamos ante la generación más preparada intelectualmente de todos los tiempos y en cambio, la menos preparada emocionalmente y la que menos puesto de trabajo tiene. ¿A qué crees que es debido? ¿Se te ocurre alguna solución?
Creo que lo uno debería venir con lo otro. El conocimiento sin la emoción sirve de bien poco. Ocurre que, a pesar de saberlo hace mucho tiempo, no hemos sido capaces de asociar las necesidades de la sociedad a la capacitación de nuestros jóvenes. La enseñanza en muchas ocasiones, adoctrina y no se premia al diferente, al original. Bajo una falsa idea de justicia social, hemos sepultado a muchos jóvenes que podrían haber sido grandes genios. Me ha llamado siempre la atención como admiramos a las personas que son diferentes, incluso raros y, sin embargo tratamos de uniformar desde pequeños a nuestros hijos e hijas.
QTP9.- ¿Cuál es la influencia directa entre emociones y patologías físicas?
Todo lo que sentimos se refleja en nuestro cuerpo. Es todo uno. Es el mecanismo que tiene nuestro cerebro para decirnos que algo no marcha. El vértigo, las tensiones musculares, los dolores de cabeza o la dificultad para dormir que nos ocurren ocasionalmente pueden venir generadas por un mal día o por un estado de stress más allá de lo soportable. Cuando llega a un extremo, se le denomina patología psicosomática. O lo que es lo mismo, consecuencias físicas de una tensión emocional. Por eso debemos escuchar a nuestro cuerpo cuando no envía mensajes. Probablemente nos está advirtiendo de que algo va mal.
QTP10.- Existen muchos bulos sobre los psicólogos que en muchos casos se pone en entredicho su profesionalidad, ¿qué opinas tu al respecto?
Hay de todo. Ser licenciado en psicología no te convierte en un profesional de la psicología. La profesionalidad viene con los principios personales, los valores que cada uno tengamos. Yo creo que un buen profesional de la psicología es aquel que consigue que quien le pida ayuda, la consiga. Y que tras hacerlo, esta persona será capaz en el futuro de gestionar sus problemas emocionales mejor. En cuanto al tópico de que muchos psicólogos tenemos más problemas que los propios pacientes, es algo que viene con la profesión. No lo creo, pero si estoy convencido que para poder ejercer esta profesión debe gustarte, debes tener vocación.
QTP11.- ¿Qué opinas del boom de los Coach?
Conozco bastante gente que se está dedicando a esta nueva profesión. Me parece que queda mucho por delimitar. Creo que en este momento hay gente muy seria dedicándose a ello y también auténticos “vendedores de humo” que pueden estar haciendo mucho daño.
QTP12. Si pudieras mandar un mensaje a ese Leocadio de la juventud cuando comenzaba la carrera, ¿qué mensaje le mandarías?
Tengo la suerte de haber vivido una época preciosa cuando estudié psicología. Tuve muchos buenos profesores que me transmitieron la curiosidad por esta ciencia. Además de esto eran muy jóvenes y apasionados. Yo creo que eso me ha marcado. Añadido a esto, yo elegí mi carrera. Empecé Química y me di cuenta que no era lo mío. Por eso siempre recomiendo que se estudie lo que se desee, no lo que pienses que te convenga.
QTP13.- ¿Crees que hay alguna pregunta pendiente por hacerte? ¿Algo más que aportar?
Hay un aspecto especialmente relevante que se refiere al miedo que tenemos todos al cambio. En ese sentido he de decir que, aunque cada uno de nosotros tiene un estilo afectivo propio, es decir, la propensión a responder de la misma manera -con agresividad, tristeza, pesimismo, irresponsabilidad- a muchos desencadenantes y que hay personas acobardadas, irritables, envidiosas, pesimistas. Ahora sabemos que una parte importante de estos estilos afectivos son adquiridos, aprendidos y también sabemos que podemos cambiarlos con la adecuada guía y mediante esfuerzo. Esto cambia, entonces, nuestra perspectiva de la posibilidad del cambio personal. Éste esta sujeto a la determinación que cada uno tenga y puede estar forzado o simplemente “queremos” hacerlo.
Intimando con Leocadio:
- Un hobby… Correr, caminar, leer
- Un lugar… Las Cañadas de El Teide
- Una canción… Angie de los Rolling
- Un sueño… Volar
- Un momento único… El nacimiento de mis hijos
- Una aprendizaje de vida… Haz un favor siempre que puedas
- Una frase… Se vive y se aprende, o no se vive mucho
- Un mentor… Mi padre
Un saludo de Leocadio para el Blog:
Perfilando al Psicólogo:
Leocadio es un “jovenzuelo” bonachón, empático, social, emprendedor, luchador. Una persona que se le caracteriza por las ganas de dar y dar a los demás.
En su larga trayectorial profesional le da la experiencia de saber conciliar vida familiar con vida la laboral, buscando siempre el equilibrio perfecto, pues para él la familia y la estabilidad son las claves de la felicidad.
Seguro está de que en la psicología están los secretos que todos buscamos y que gracias a ella, logramos sacarlos a la luz. Pues tal y como él mismo dice:
“La felicidad es como una montaña rusa. Es imposible que la conozcamos sino conocemos la tristeza.”
:: Desde aquí va mi agradecimiento personal Leocadio, por tu gran labor profesional, por tu persona y por tu entrega para esta entrevista. GRACIAS.
– Formas de contactar con Leocadio:
– Noticias en Medios:
– Interesante vídeo sobre la empatía:
Be Sociable, Share!
Sé sociable, COMPARTE en tus redes sociales!
- Publicado en Entrevistas