No, no salgas con esas personas, te destruyen, te desgastan, acaban con todo lo que habita en ti… Puedes terminar desolado.
Esas personas que nos funden la energía, que una semana nos suben a un pedestal, luego nos destruyen para luego intentar resucitarnos y acabar haciéndonos añicos de nuevo. Escribo este post parafraseando el título del amigo Pablo Arribas y su grandioso post «Sal con un Valiente», no hagas lo contrario: no salgas con un cobarde.
Nos vampirizan, a los que idealizamos e idolatramos tanto que nos volvemos compulsivos idiotizados hasta que nos destruyen. Personas veneno que no llevan incorporado un antídoto. Cuando juegas con un cobarde, no hay tiempo de descuento, es un partido que tienes destinado a perder.
Nos intoxican, nos enganchan como cosa mala, nos anulan, nos chiflan de la cabeza tanto que perdemos el control, perdemos el poder que tenemos sobre nosotros, sobre nuestra vida. Recientemente un buen amigo me contaba “las personas debemos recuperar nuestro PODER, la fuerza que nos hace elegir, tomar el mando. Desde ahí todas nuestras decisiones será a favor nuestro”. Eso es: vaciar las mochilas cargadas de pedruscos que no nos dejan fluir, ser, crecer, expandirnos, volar.
Aquellas personas con las que pensamos que nunca tropezaremos, vas y te caes de bruces. Menuda experiencia quizás, pero qué alto es el precio emocional a pagar. A todas luces no sale rentable. Pon en un balanza la historia y me cuentas el desgaste, las guerras que tendrás que lidiar, los reproches, el miedo de vivir con la desconfianza. Vivir y caminar con los ojos vendados y no tener a nadie que te sujete del hombro para caminar. Triste.
La vida es demasiado corta como para estar en guerra con uno mismo.
Seres rencorosos, arrogantes, déspotas, ególatras que viven mirándose en el espejo de su vanidad. Enmascarados que no son héroes, sino villanos que vienen a capturar tu autoestima, tu energía, tu solidez, tu estabilidad emocional, tus sueños, tu magia.
TÚ mereces a una persona que te quiera con todo y con nada, con tu cara lavada o incluso sin lavar y el pelo hecho un cuadro. Alguien que te encienda y no deje que te apagues, que te haga sentir seguro, que puedas caminar confiado y sin miedos. Alguien que vive, baila, corre, salta, sueña, respira… Junto a ti. Alguien que se ría a carcajada limpia con tus cosas, con tus pedradas, con tus ocurrencias. Alguien que se lance en paracaídas contigo con los ojos cerrados porque cree en ti. Alguien que sea auténtico, de verdad, transparente, sin doble moral, ni doble vara de medir. Alguien libre y que a la vez ame tu libertad, que te apoye cuando no tengas fuerzas para seguir adelante, que esté ahí esperándote cuando nadie más lo está. Alguien a quien admires y que te admire. Alguien que te mire a los ojos y te hable, sin siquiera abrir la boca. Lo peor que te puede pasar es vivir rodeado de gente, y sentirte solo. Mereces alguien que te remueva la ilusión de estar vivo. Mereces alguien que no sea un cobarde.
Aún así, solo nos queda algo que un cobarde nunca se podrá llevar, nuestra dignidad.
Discurso* para un cobarde:
Disculpa, ¿eres un cobarde y no sabes querer?
No te preocupes, que ya lo hago yo. Me voy por la puerta, cierro del todo, y por favor no me mandes un whatsApp, no seas tan mediocre, ya no hace falta que hablemos. Y mucho menos se te ocurra buscarme, ni me insistas, ni tampoco intentes desestabilizarme porque tu sentimiento de culpabilidad (que no tu amor hacia mí) te haga sentir triste.
Tú has querido que tome este camino, pero yo he decidido elegirlo.
No me interrumpas, ni intentes decirme que estoy loco, ni echarme encima tus inseguridades y miedos, son tuyos, no míos. No puedo estar pendiente de ti ahora, porque ahora tengo que estar pendiente de mí.
No soy indiferente hacia ti por joderte, lo hago por quererme. No quiero hacerte daño con mis palabras, ni con mis gestos para que tal vez te acerques, lo estoy haciendo para acercarme más a mí mismo. No me gustan los cobardes.
No, cariño, no. Mi vida sin ti es por mí, no por ti.
(Texto customizado de su autor original: Carlos Burgos).
Nadie puede entregar amor, amistad, nobleza y cariño si carece de todo eso hacia sí mismo.
Es necesario saber decir adiós a esa persona desde el corazón, aunque tengas que verla a diario, te compensa, te beneficia, te reubica. Terminas la guerra, ganas la batalla.
En la vida hay ciertas cosas que duelen mucho, que a uno lo rompen en mil pedazos, en esos momentos te quedas devastado, sin energía, perdido. Salir con un cobarde es el detonante de esos momentos.
Quizás eso que nos pasa nos sucede para descubrir quienes somos realmente, encontrarnos, o tal vez para darnos un bofetón y salir del letargo en el que estamos y darnos cuenta de la persona que tenemos delante. Pero que te hayas topado con un cobarde no sea la excusa para volver a hacer de tu vida algo grande.
Quédate con los que piensan que lo que se hace con el corazón, llega al corazón.
Hazme caso, no salgas con un cobarde.
Cuando compartimos, mejoramos todos.
#CompartirEsMejorqueCompetir
Me encanta el artículo.
Lo bueno es que cuando quieres lo mejor para ti, reconoces a los cobardes y no los quieres en tu vida. Afortunadamente, yo sé que existen los valientes porque yo ahora soy así.
Enhorabuena por el artículo!
Natalia.
Hola Natalia!
Gracias por pasarte por aquí. La verdad es que si, cuando dejamos de rodearnos de cobardes, nosotros mismos nos convertimos en VALIENTES.
Un fuerte abrazo =)
Alex.
El aprender a querernos y valorarnos nos hace dejar de ser cobardes con nosotros mismos también y poder visualizar a esos cobardes que nos encontramos en el camino, y poder decirles adiós, no te necesito en mi vida!!!
Hola Natalia, me ha encantado tu frase final: ¡Adiós, no te necesito en mi vida!
Un fuerte abrazo!
Muy buen artículo, que me viene que ni pintado ahora mismo. Alguien me envió una vez el enlace a «Sal con un valiente», que tanta atención ha generado.
Muy cierto tu artículo, no por encontrar cobardes vamos a dejar de ser valientes.
Lo único es que a veces cuesta identificarlos, hay mucho cobarde suelto disfrazado de valiente, pero al final, como todo lo falso en la vida, el disfraz se les cae, la coraza les destiñe, y vemos que la espada era de madera.
Como bien dices: Nadie puede entregar amor, amistad, nobleza y cariño si carece de todo eso hacia sí mismo. Lecciones que aprendemos, nos hacen crecer y seguir andando, eso si, con mucho más cuidado.
Hola Lola.
Sal con un valiente es un artículo del amigo y compañero Pablo Arribas, y me sirvió de inspiración para escribir mi post, de hecho, están vinculados y relacionados.
Gracias por pasarte por aquí, contar tu experiencia y aportar tanto.
Un abrazo!
Waaaoo me he quedado sorprendida, hace un año pase momentos difíciles, pense que no los iba a superar, pero ser determinante y amarte a ti mismo te enseña el valor de ser valiente y amar a Dios sobre todas las cosas, como lo dice en la biblia en el libro de JOsue. Gracias por compartir este artículo lleno de valores y a la vez que te hacen reflexionar. Bendiciones
¡Muchas gracias Andrea por pasarte por aquí!
Yo todavía no sé, sólo sé que ahora somos amigos y ya no sé que más me duele, como pareja ya no lo somos pero ella dice que si somos amigos y aun así me hace sentir mal por lo que no fue y por lo que no es ni siquiera amiga. Después de su desprecio me machaca con lo que podría haber sido con lo que yo no he sido para al final decirme «pero yo te quiero ehhhh» es increíble como me está afectando, como me creí todo lo bueno que decía para luego machacarme verme llorar y cuando yo ya no podía mas me rescataba. Y así una y otra vez. El problema es que aun espero una buena reacción a la que acogerme. Todavía no puedo decirle que ni amigos, que no se lo merece. Hay tanto que le diría. Me sentí tan querido como menospreciado y todo en seis putos meses. Me ha destrozado, he perdido incluso el trabajo y me he perdido a mi mismo. Espero sacar fuerzas para quitar a esa cobarde de mi lado. Solo me queda rogar a Dios y leer vuestros relatos. Gracias a todos siempre
Hola Javier.
Tu historia es bastante sobrecogedora, te mando todo mi apoyo desde aquí, mi fuerza y mis ánimos. Si mis reflexiones te hacen sentir un poco mejor y darte valor para afrontar tu situación, me haces sentir que lo que hago tiene sentido.
Muchísimas gracias por compartir tu momento.
Un abrazo fuerte =)
Yo salí con una cobarde. No atendí a las razones que me decía la cabeza y me enfrasqué en una batalla contra sus desconfianzas, sus miedos, sus dudas. Pensaba que yo era más fuerte que ellos, que los terminaría venciendo…pero no sabía que mientras que yo luchaba con mi amor, mi fuerzas, mis ganas, mis risas, mis confianzas, el cobarde tiene sus propias armas: las mentiras, los desprecios, los insultos, las indiferencias.
Hoy, puedo decir que perdí la batalla. No sólo eso, acabé con heridas que quizás permanezcan todo lo que me queda de vida.
Haced caso a Alexis, no salgas con un o una cobarde. No merece la pena malgastar la vida en batallas sin sentido.
Un saludo
Hola Manuel.
Me parece muy grande que hayas querido compartir tu historia en este pequeño espacio y que gracias a ti, se puede poner de manifiesto historias como las que cuento en mis reflexiones. Haces más grande todo lo que nosotros los que escribimos, hacemos en cada post.
Por cierto, habrás perdido una batalla, pero te aseguro que habrás ganado una guerra.
Un saludo!
Me quiero el sombrero, pero me lo quito con reverencia, qué bonito escribes y qué profundo llegas , tendré que leerlo y releerlo y guardarlo para cuando quiera volver a leerlo y así sucesivamente… Un abrazo ¡Gracias!
Muchísimas gracias por pasarte por este pequeño rincón Sarah. ¡Tus palabras me acaban de llegar al alma!
Espero volver a verte por aquí, ¡un fuerte abrazo!
Muchas gracias por tan cierto artículo. Comparto mi experiencia: yo no nada más salí con un cobarde, sino que además viví con Él durante varios años. Fui negligente conmigo misma porque en lugar de terminar la relación, preferí prolongarla durante todos esos años basándome en una esperanza que yo misma alimente durante todo el tiempo que me tomó darme cuenta que estaba con la persona equivocada. Y como bien dicen, de lo malo sale algo bueno, aquí estoy, aprovechando el aprendizaje adquirido a través de ésta amarga experiencia.
Loreli, gracias por compartir en este pequeño rincón tu gran experiencia, debe de haber sido muy duro y el contarlo aquí es un claro ejemplo de tu fortaleza para salir adelante.
GRACIAS por ser el ejemplo con tu experiencia.
UN fuerte abrazo lleno de ánimos!
Hola, caí acá de total imprevisto,comencé a leer un blog y bueno, el destino quiso que esta pagina se cruzara en mi día.
Desde el corazón te digo que me encanto lo que dice la nota!
nada mas, sin conocerte me saco el sombrero ante ti.-
Me hace bien leer este tipo de cosas, me llenan!!!!
Muchísimas gracias Fiorela por tus palabras y por dejar por aquí tu mensaje.
¡Un fuerte abrazo!
Yo también dí con una cobarde, sin educación emocional, sin empatía, con mucho egoísmo y orgullo, vanidad, narcisismo emocional, cero comunicación, y nula humildad. Se que la culpa es mía: no se puede ir a un limonero y pedirle naranjas. (Esta carta nunca la envié)
«No hay día que no me acuerde de ti, hay días que me visita la eterna pregunta: “porqué”? Porqué no me valorabas? Porqué no me dijiste que no te interesaba? Porqué se me ha pagado con una moneda así? Porqué me hacías daño sin yo hacértelo a ti? Porqué no me dejabas ayudarte? Porqué no confiabas en mí en lo que era mejor para los dos? Yo no era tu rival, era todo lo contrario.
He pasado por todas las fases de tomar una decisión que me ha crujido el corazón pero que a la larga es beneficiosa; quererte pero ver que no hay futuro. He tenido dolor, angustia, tristeza (no hay orden de preferencia). Tengo pensamientos que van y vienen, recuerdos que nunca podré olvidar.
Quizá tendría que haberlo hecho antes, pero eso ahora da igual, fue como fue y en el momento que fue. No me querías, punto. No es un reproche, es una realidad, y a un corazón no se le puede obligar a sentir. Para querer hay que quererse uno mismo. Intento perdonarte cada día que pasa, ponerte una sonrisa en silencio, pensar en que quiero que estés bien, que te cuides, que te quieras.
Te echo de menos, sí, que pasa?. Es parte del proceso? Será, pero no me importa. No me olvido de nada, sé que mi memoria es mi mayor amigo y mi peor enemigo. El caso es que tampoco quiero saber de ti, porque ya no somos nada el uno del otro, me pregunto si fuimos algo.
Fuiste muy importante para mí durante todo este tiempo. Me sacaste cosas que no me gustan, quise amar, no pude, no dejaste. Me gustaría poder decirte: te quiero, te extraño mirándote a los ojos. Decirte cosas bonitas, o hacer cosas para nuestra felicidad, eso quiero en mi vida. Tu orgullo se encarga de matar estas palabras, tan difíciles de decir y mas difícil apreciar.
Quizá si hubieras sido de otra forma ahora no estaría creciendo, y yo hubiera seguido en ese suicidio emocional en el que estaba a diario. En una pareja ser feliz es la norma e intentarlo día a día la obligación, no la excepción puntual.
Fui feliz en varios momentos puntuales. Fui feliz intentando cuidarte, en velar por tu bienestar, fui feliz viéndote sonreír. Fui feliz al querer confiar en que tú también querías.
Por supuesto no fui feliz cuando me iba tantas veces a dormir solo, o por tu falta de honestidad y claridad para conmigo. Tus prioridades eran otras, en mi opinión nada importantes para crecer y compartir con tu pareja; ese poco tiempo que teníamos para nosotros, y en más ocasiones que no voy a recordar. No quiero saber de ti.
Conocerte con esas botitas, esos leotardos tan chulos, esa sonrisa, ese abrazo que nos dimos, ese beso tan infinito, el mejor del mundo. Decidí ser valiente y asumí el reto, ese riesgo que es amar.
Aceptar una situación que poco a poco me hizo sentir tanto por ellos, tenerlos cerca, y sentir que los quería y los quiero, y que día a día ellos estaban más cerca de mí ha sido una sensación maravillosa. Nunca olvidaré ese mes que los lleve al cole y los dejaba, esos besos que me daban, igualmente al recogerlos como corrían a mis brazos.
Que me hubiera gustado construir algo conjunto ya lo sabes, pero esto es cosa de dos. Debido a este final, es tener otra oportunidad de poder dar lo que me hubiera gustado darte a ti. Me apena en cierto modo que no supieras el amor que te profesaba, quizá por no abrirte y relajarte en que yo no te iba a traicionar nunca o por no querer conocerme.
Yo me abrí en canal, no me importa, al revés, estoy muy contento de ello, así pudiste conocerme un poco. Recuerdo que me dijiste casi nada más conocernos: no vale hacer daño. Paradojas de la vida.
Eras tu a quien elegí para compartir mi vida, pero a la vista está que yo no era para ti. De todos modos valió la pena, todo tiene valor para mí. Aunque pasara momentos muy difíciles cuando terminamos, siempre me quedará mi conciencia tranquila y una paz interior que he conocido por saber que hice lo correcto.
A veces pienso en querer saber de ti, pienso en ir a buscarte, pero cuando veo que tu no lo haces se me pasa, por eso no quiero saber de ti. Cuando uno quiere algo lo busca esté donde esté deja el orgullo y el egoísmo y les da una patada, cuanto más lejos mejor.
Nunca tuve orgullo para solucionar algo que no tenía solución, algo que está en cada persona: ser feliz por uno mismo, no por otro. Ahora sé que estoy más cerca de que llegue mi verdadero amor.
Porqué escribo esto? Porque me apetece, porque me lo merezco. Ya sabes que lo que pienses de esto no me importa, no es un mensaje encriptado ni es un dejarme caer, ni tiene doble cara, ni entro a pensar en si le darás valor o no. Si alguien la leyera me diría: déjalo estar, no merece la pena… Esto que lees, soy yo, tal cual.
Gracias por tu tiempo, por haberme enamorado de ti, por haber sentido.
Espero llegue el día en que realmente sienta que quiero que seas feliz.»
Es absolutamente maravilloso el texto que has escrito, que no tengo palabras para complementarlo. Esta forma de «abrirte en canal» y expresarte en mi blog, no solo lo enriqueces, lo haces más grande y haces que yo también aprenda de ti. LAS GRACIAS te las doy yo a ti por tan exquisito texto para reflexionar.
Y no lo dudes, si todo lo que has hecho ha sido de corazón, bien hecho estuvo. Y tampoco dudes que todo ha servido, siempre lo hace, para crecer.
Un enorme abrazo. =)
Siempre hago todo con el corazón, cuerpo y alma. La culpa de haber escrito es de tu enorme post 😉
Me quito el sombrero Yo mismo, te diré que me siento reflejada al 100% en lo que escribes, y ¡cómo lo escribes! y también que el tiempo (mucho tiempo) está ayudando a llegar a la fase en que le deseo de verdad que sea muy feliz. De todo corazón te digo: ella se lo pierde.. y mucho. Un abrazo.
Gracias Lola, si esto sirve para aportar me doy por satisfecho. Mucho me temo que no es que ella se lo pierda, es que le da absolutamente igual. De lo que estoy seguro es de quien soy y de lo que puedo dar, aún teniendo el viento muy en contra como lo tuve. Abrazo enorme! (Ves como no estas sola?, y no eras la única persona que también dio con alguien así?) 🙂
Otro abrazo para ti y gracias, de verad. Por supuesto no voy a modificar mi forma de ser…y es cierto.. no estoy sola, en mayor o menor medida todos nos hemos topado con personas tóxicas, así que mejor viajar sin cargas… que el camino es largo y puede ser muy bonito. Mi consuelo es que ésto no me cambió,seguiré con ganas de tirarme a la piscina aunque no sepa a ciencia cierta si el agua está fría o no.
Y no es que te cambiara, si no que quizá te ha hecho querer ser mejor, estoy seguro de que ahora tienes un plus más que antes. Por lo menos en mi caso así me lo noto. No voy a dejar doblegarme por nada ni nadie mis ganas de como dices tu, tirarme a la piscina. Quien venga se llevará nuestra mejor versión.
Te leo y es cómo di pensase en voz alta. Nunca entenderé el porqué. …para ciertos comportamientos nos quedamos sin argumentos. Pero tienes razón, ahora soy la mejor versión de mi misma. Eso no va a cambiar. Por cierto, tienes toda mi admiración y respeto. Veo que aún hay personas íntegras que saben querer de verdad. Un abrazo?
Si te apetece escribe a este mail: move@mixmail.com
Hecho! ☺
Bueno…he descubierto éste blog ésta noche y es mi segundo comentario.
Estoy alucinada leyendo todo lo que hay aquí. Es como si todos los comentarios los hubiese escrito yo.
Tengo un cobarde al lado…pero COBARDE , así con mayúsculas.
Escribiría un libro y sería un best seller, pero necesito estar tranquila y sin odio de por medio, aunque es díficil olvidar que ésa persona me ha destrozado la vida por completo.
Mil y una vez le he dicho cobarde en su cara…y su sarcasmo es más grande que su ego.
Gracias por la fuerza que me estáis dando. Al menos no me siento tan loca como él me hace sentir, porque veo que hay personas que sienten lo mismo que yo. Su ex mujer está medio zombie, pobre mía, de tantos tratamientos para la depresión….la que todos creíamos que era la mala, porque es lo que él hacía creer a todo el mundo. Necesito mucha fuerza para salir de éste agujero y sé que lo haré, porque no quiero acabar igual que ésa pobre mujer.
Éso es ser cobarde…ver como destruye y ni siquiera pedir perdón por el daño…porque encima se jacta de jamás hizo daño a ninguna.
Saludos a tod@s y gracias por estar ahí.
Te mando un GRACIAS enorme por tus dos pedazos de comentarios, que más que comentarios, son grandes historias de aprendizaje.
Un gran abrazo!
Verdades como templos, en ocasiones difíciles de asumir y aceptar cuando hay grandes sentimientos de por medio hacia aquellas personas cobardes. Es en este entonces cuando debemos actuar como auténticos valientes y velar por nosotros mismos a pesar de todo….Gran post! 🙂
No había visto este comentario, ¡wow!
Muchísimas gracias por pasarte por aquí, ¡un fuerte abrazo!
Un excelente mensaje!. Hace varias semanas una persona que conozco hace veinte años, es vecina y
«amiga»; volvió a caer sobre mí como un águila sobre un ratoncillo. Ya lo hizo muchas veces y no se lo
he tenido en cuenta pues soy una de las tres vecinas que le hacen la compra, ella tiene 90 años, y yo
pienso que cada uno es como es. Pero se acabó, no quiero soportar mas sus ataques, por lo que he
decidido no reanudar el contacto con ella, sé que en cualquier momento puede ocurrirsele que no sabe
de que se trata y venga a » perdonarme».
Hola Lina.
Te doy las gracias por pasarte por aquí y contar tu historia personal, gracias por compartir un pedazo de tu vida.
Y si, di se acabó cuando debe hacerse.
Te mando toda mi fuerza =)
Hola Alexis. Hace poco que conozco tu página y cada artículo que he podido leer o que publicas son, para mi, buenísimos. Éste en concreto me gusta mucho porque todo lo que refiere son verdades como puños. Quizás me declino más por la negatividad referida, que te hacen sentir mal y que transmiten dichas personas que citas en el texto. Enhorabuena por su labor. Un cordial saludo desde Málaga
¡Mil gracias por compartir tu opinión y pasarte por aquí a comentar!
Maravilloso. Me lo he leído dos veces de principio a fin y hay tanta verdad en ello, tengo amigas que han caído en manos de «cobardes» repetidas veces y no solo ellas, hasta yo fui víctima, leer cosas así me reafirma el aprendiza que por desgracia algunas buenas personas no terminan de comprender. Únicamente queda dar gracias a Dios por esta experiencia de vida que para la suerte de muchos nos aporta un gran crecimiento personal y a ti por saltarle la parte dolorosa de la experiencia e ir directo a la lección que todos en nuestra vida debemos aprender y tener siempre en claro!.
¡Mil gracias por compartir tu opinión y pasarte por aquí a comentar!
[…] existir algo más doloroso? Priorizando la vida de otro antes que la tuya. […]
Fluye y crece!
Grande maestro… este post es luz en medio de la oscuridad…
Máximo Respeto!
¡Muchísimas gracias por tu comentario Tao!
Un abrazo 🙂