“Nuestras emociones están allí para ser sentidas, pero no para dominar nuestra vida, porque de hacerlo, se volverán tóxicas”.
Sanar nuestras emociones implica prepararnos para liberarnos de las emociones negativas y tóxicas que, en definitiva, no nos ayudan a encontrar una solución.
Después de leer el bestseller “Gente Tóxica”, un libro sumamente recomendado y que me pareció brutal, cuya reseña puedes ver aquí. Encontré en la misma línea este “Emociones Tóxicas” y para nada me ha decepcionado.
Básicamente hace un barrido por las principales emociones tóxicas que nos acechan, cual lobo hambriento, esperando para desestabilizarnos y apoderarse de nuestra vida.
Está compuesto de 15 capítulos principales (15 súper-emociones tóxicas):
- La ansiedad tóxica.
- La angustia tóxica.
- La insatisfacción crónica es tóxica.
- El apego tóxico.
- El enojo tóxico.
- La envidia tóxica.
- Los miedos tóxicos
- La vergüenza tóxica.
- La depresión tóxica.
- La frustración tóxica.
- El duelo tóxico.
- El llanto tóxico.
- Las culpas tóxicas.
- El rechazo tóxico.
- Los celos tóxicos.
De todos los temas de este “Emociones Tóxicas” destaco los siguientes:
La angustia afecta a tus relaciones: el tener una angustia tóxica, no sólo te afecta a ti física y emocionalmente, afecta a quienes tienes alrededor porque provoca una ira descontrolada contra ti y contra todos. Nuestro propio dolor nos lleva a dañar a los demás. El aislamiento provocado por esa angustia sólo nos lleva a más angustia. Hay que expresarla.
Ser excelente, no perfecto: Eres excelente cuando en ti existe la voluntad de seguir mejorando, una continúa habilidad. Hay que ser capaces de ser flexibles antes los fracasos y frustraciones, teniendo la capacidad de no buscar la perfección pues esta es una utopía, en cambio la excelencia es el camino de la aceptación de lo que nos sucede y convertirlo en lo que mejor nos interesa. No postergar, nunca.
La persona apegada es codependiente: es alguien que vive con miedos, frustraciones y el “que pasaría si”, no termina de vivir su vida. Todo se basa en necesidades, inventadas por su emoción tóxica claro, ya que realmente no es existe tal necesidad. Puede llegar incluso a convertirse en alguien “adicto a la gente” y si bien, ser social no es necesariamente negativo, si lo es en exceso y depender constantemente de la opinión de los demás. Todo comienza por la aceptación de uno mismo de manera incondicional.
La envidia es la reacción tóxica de la admiración: este enfoque especialmente me ha encantado, y es que es así. Muchas veces decimos “envidia sana”, no, o es admiración o es envidia, aquí no hay término medio. Cuando admiramos a alguien, nos alegramos por el/ella, por lo que ha conseguido, etc. Cuando envidiamos deseamos ser el/ella, tener lo que posee, etc. Por lo tanto una envidia tóxica es una admiración desmesurada y por lo tanto tóxica, tal y como ocurre con muchos fanatismos de origen religiosos, líderes o ídolos musicales.
La toxicidad del rechazo tóxico proviene de la necesidad de aceptación: aceptación, sí, pero mal buscada. Buscamos que los demás nos aprueban, cuando la verdadera aprobación nos la tenemos que dar nosotros mismos. Creo que de todas las emociones tóxicas, esta es la más sangrante, la que provoca más dolor porque no nos damos permiso a poder construirnos desde dentro; los que sufren de “rechazo tóxico” no pueden vivir realmente sus vidas porque están pendientes de la opinión de los demás. NO estás hecho para el NO, eres aceptado desde que tienes vida.
Dos maravillosos párrafos que no necesitan explicación:
Sólo una autoestima sana puede resistir al error y a la vergüenza. Si te has equivocado, ¡no importa! Errar es humano. ¡Y qué bueno que seas un ser humano capaz de revertir cualquier error! Si puedes reponerte y superar la vergüenza, estás listo para pasar todas las pruebas que tienes por delante.
La cuestión no es correr, sino llegar. Dar el primer paso, cambiar nuestra actitud negativa, fijarnos una meta corta y alcanzable que luego nos remita a otra meta, y así sucesivamente, podremos lograr grandes objetivos. Sé inteligente y creativo, atrévete a enfrentarte a tus circunstancias. Sólo cuando hacemos frente a nuestra situación con una visión clara de nuestros objetivos podemos lograr un cambio.
Si te gustó “Gente Tóxica” te recomiendo encarecidamente “Emociones Tóxicas”, es el tándem perfecto para conocer y reconocer en nosotros y en los demás todo aquello que nos minusvalora como seres humanos y nos impide sacar a relucir todo nuestras potencialidades y verlas también en los demás.
Me gusta: tras el éxito de “Gente Tóxica” y su formato bien definido por tipos de personalidades tóxicas, este libro de “Emociones Tóxicas” es el complemento perfecto para identificar los patrones emocionales y cómo modificar o mejorar esas conductas.
No me gusta: echo de menos alguna que otra gráfica o imagen (sin excesos) durante el proceso del mismo, no me cabe duda que ayudaría a su comprensión.
Lo mejor: Las citas célebres o proverbios destacados durante todo el libro, que ayudan excelentemente a la comprensión en formato “reducido” de cada capítulo. Son unas píldoras de sabiduría en potencia.
Citas o párrafos favoritos del libro:
- De todo aquello que no nos podemos soltar, no somos sus dueños, sino sus esclavos.
- La gente no tiene autoridad para rechazarte ni aceptarte. Sólo tú puedes hacerlo.
- No importa que otros hayan llegado antes. Nunca es tarde. No importa cuánto tiempo has estado en el suelo. Ponte de pie.
- No importa tu pasado, ni la edad que tengas, ni siquiera si has sufrido. Lo que importa es que tú sueñes, porque, mientras lo hagas, tendrás las fuerzas para seguir adelante y no detenerte.
- Tienes que ser un sinvergüenza, un desvergonzado perseverante, para las cosas y los sueños que pretendes alcanzar. Arriésgate.
- Detrás de todo gran miedo, hay un gran temor. Es el temor al abandono.
- Cuando nacemos, nacemos con las manos cerradas, porque no traemos nada, y cuando nos morimos, lo hacemos con las manos abiertas, porque no nos llevamos nada.
- No adivines lo que le pasa al otro, mejor pregúntale.
- Perseverancia es no desfallecer y es ver que a su debido tiempo vas a cosechar lo que sembraste.
- Sólo si sabes con certeza cuál es tu sueño serás capaz de ayudar a otro a cumplir el suyo.
- Todo lo que nos pasa, incluso el dolor, podemos transformarlo en aprendizaje.
Medios:
No olvides compartir este post en:
¡Twitter, Google+, Linkedin, Facebook o tu red social preferida!
[…] que no les favorezca, y esto está por demostrar, pero estoy seguro de que los eskers son tóxicos. Aléjate de ellos, no entres en su círculo, no dejes que te contaminen, que te infecten. Un esker […]