Dale valor a la vida, a tú vida. Vive. Nos pasamos la vida sin vivirla, sin disfrutarla, sin saborearla, vamos como locos sin rumbo, haciendo… Pero no viviendo.
No importa:
No importa si te has equivocado este año que nos deja atrás, no importa si tropezaste y los demás se rieron; no importa si se burlaron de ti, no importa si perdiste tu trabajo, tu pareja. No importa que hayas engordado unos kilos, no importa si los has perdido, no importa si no aprobaste esas asignaturas pendientes, o esas oposiciones. No importa si no te concedieron algún premio. No importa si llegaste tarde a algún evento, o te perdiste la gala del año.
Importa:
Importa que no te pierdas… ¡Tú! Importa que no te pierdas por el camino, que no pierdas tus valores, tu diferenciación, tu raciocinio, tu capacidad de criterio, tu poder sobre ti, el poder de las personas.
Importa que te quieras, que apuestes por ti, que te mimes, que te valores, que creas en ti y en lo que haces.
Importa que vivas apasionado por la vida, por lo que haces, por lo que sueñas hacer, por lo que vives ansiando lograr.
Importa que trabajes y luches por seguir adelante; porque el batacazo de hoy sea la experiencia del mañana.
Importa que te cuides, que hagas una vida sana y equilibrada física y emocionalmente; que cuides tu templo y lo respetes, ese en el que vives; tú.
Importa todo aquello que te hace crecer como persona, que te hace valorar la vida y sus pequeños detalles, importa lo que tú le des a la vida.
Importa que seas tú el que decide tu vida, que el timón de tu barco lo lleves tú.
Importa y quiero que te des cuenta, que lo más valioso que llevas contigo en esta vida, eres tú.
(Post inspirado en Merceroura).
Momentos como el de hoy, en el que dejamos un año atrás, son momentos de reflexión, de reinventarse. Aunque soy partidario de que cualquier día del año puede ser “tu fin de año particular” o lo que es lo mismo “tu manera de renovarte”.
Hay muchas propuestas en estas fechas para cumplirlas el próximo año, pero creo que más que propuestas; debemos convertirlo en promesas, prométete a ti mismo vivir con todas tu fuerzas, con toda tu intensidad; que este año vas a “darlo todo” en aquello que te propongas, por lo tanto, que esto sea lo que te mueva; tu pasión.
Y que al final de año (o de lo que denomines tu fin de año) te mires y digas:
“he sido auténtico este año”.
Eso es, has “vivido”, pero de verdad.
Creo que este 2013 que se va me deja agotado… Pero sé por qué es, he sido vital y “le he dado valor a mi vida”.
Finalizo con un vídeo que habla por si solo del valor de TÚ vida.
Sé sociable, COMPARTE en tus redes sociales!
Hola he leído tu blog y es realmente intersante, a partir de hoy te sigo!!
=)
Wow! Muchísimas gracias Sarai!!
Un placer tenerte por aquí, un abrazo! :=)
Hola he ojeado tu artículo y es realmente intersante, a partir de hoy te sigo!!
=)
Muchísimas gracias, para mi un placer!
Abrazos! 🙂